Mi vida como OCEANÓGRAFO




- Ahora resulta que todo el pescado del norte viene con Anasagasti.

- ¿Cómo?
- Todo, las pijas, las moradas, los ponitos, todo.
- Pero eso se soluciona congelándolo, ¿no?
- Entre 3 y 4 días a 18 º bajo cero.
- Entonces no hay problema.
(mirada reprobatoria)
- Antes el Antisaqui se encontraba solamente en la pesca del sur, como el boquerón, aunque actualmente todo el boquerón sigue teniendo porque se pesca en Turquía.
- Vaya.
- El problema es que en el cantábrico, ahora, se pesca en alta mar y allí mismo se corta y se destripa el pescado. Ahí, en las tripas y en la espina, es donde se encuentra el bicho. Yo lo he visto saltar de una tripa. Y ¿qué hacen con la tripa? La tiran al mar, donde se la comen otros peces y el Anistaquis se reproduce y se multiplica de forma exponencial.

Las preguntas se agolpan en mi garganta, necesito saber más de tan interesante tópico, nuevo para mí y por el que siento una súbita fascinación. Pero el enjuto, nervioso y sesudo camarero ha acabado de servirme el café con hielo que le había pedido justo antes de que me abriese las puertas del conocimiento y se da la vuelta para continuar con sus quehaceres, tras la barra de un bar de carretera en Valdepeñas.

Pago y continúo el viaje pensando en que, al llegar al destino, consultaré la wikipedia o alguna otra fuente incuestionable e infalible de sabiduría para contrastar y ampliar la información recibida. 



Bibliografía: Google images.

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